lunes, 10 de junio de 2013

¿SINDICATOS?




Podemos sentirnos orgullos al observar que Madrid está vivo, tal vez algo agotado, pero vivo. En el tiempo han resurgido movimientos sociales y profesionales organizados (AFEM, Asociaciones científicas, plataformas de asociación de vecinos, ramificaciones del movimiento 15M, etc.) y se han creado otros ( AME, directores de centros de salud, plataforma de no sanitarios, PATUSALUD, etc.). La participación e implicación en decenas de acciones reivindicativas, manifestaciones, huelgas, consultas, acciones legales han consolidado el Imaginario de Marea Blanca que seguro vivirá con nosotros toda la vida.

Este conjunto idílico de ciudadanía y profesionales sanitarios y no sanitarios no está exento de convergencias y divergencias en relación al modo de actuar de los actores sociales ante el conflicto, así como de sus intereses particulares e incluso partidistas que influyen tanto en el sentir de los afectados, como en el modo percibir y actuar de estos en el conflicto sanitario.

No sería justo si no mencionase instituciones y organizaciones que han estado ahí "siempre", un poco más adelante o detrás de la Marea Blanca, LOS SINDICATOS.


El pasado 4 de junio terminaron las jornadas de huelga de la sanidad madrileña promovidas por diversos sindicatos como respuesta a la privatización de la sanidad pública madrileña y, la vulneración de derechos adquiridos por los ciudadanos y trabajadores que dedican su vida al servicio de todos.

Soy enfermero titulado y de profesión; los sindicatos nunca han sido gusto de mi devoción. Aún me acuerdo cuando el SATSE acudió a mi Universidad de Enfermería y nos hablo sobre......"No me acuerdo", imagino que sería interesante, porque me afilié nada más acabar; ya!!, sí... los cursos, necesitaba puntos para las bolsas de trabajo.

En la conciencia colectiva queda la idea que tenemos de los sindicatos; " defender los derechos de los trabajadores" ante la empresa o la administración. A lo que se suma su oferta de cursos de formación, pack vacacionales, apartamentos, subvenciones etc. Seguro que mucho ha cambiado la perceptiva del significado <sindicato y sindicalista> en relación a su origen histórico.




De lo escrito queda reflejado mi aversión por los sindicatos. Y sin embargo, en la actualidad pienso que sí, deben existir instituciones que defiendan los derechos de los trabajadores y por ende de la sociedad; puesto que la enfermería, como colectivo titulado, regulado y colegiado e independiente, trabaja para las personas sanas y enfermeras; y multidisciplinarmente con otras profesiones tituladas y profesionales. Por lo tanto el colectivo enfermero precisa de instituciones; que represente a la profesión y la coloquen en el lugar que por méritos nos hemos ganado.


Volviendo a eje central del escrito, refiriéndome a la huelga Sanitaria pasada. En todo el recorrido vivido a través de estos días de huelga hemos podido ver en acción a la maquinaria sindicalista; su modo de actuación y poder de convocatoria de sus delegados sindicales y afiliados. Y, la primera pregunta que me hago es; ¿en realidad, que han hecho los sindicatos en el conflicto?: por un lado el grueso de las reivindicaciones han sido llevadas a cabo por los convocantes de la consulta ciudadana, por otro, las convocatorias de la marea blanca en la calle y por otro, por la campaña solidaria de recogida de alimentos.


Resulta sorprendente como sindicatos establecidos en el tiempo como referentes en la defensa de los derechos laborales, continúan actuando como si la realidad cotidiana que nos afecta a todos, requiera solo de acciones de despacho. Pudiéramos pensar que existe la unión por un fin común, sin embargo nada más lejano de la realidad.

AFEM, a través de su bufete de abogados está volcando sus acciones en base a las demandas judiciales y la denuncia de las irregularidades que la administración estuvo y está cometiendo relacionadas con la privatización de los hospitales y centros de salud. Un gran esfuerzo por parte del bufete de abogados con el dinero de todos, pero que en ocasiones hiere sensibilidades cuando se olvida en su discurso público y privado, de los estamentos profesionales que han hecho posible que estén donde están, propio de las minorías elitistas.



El resto de convocantes de las jornadas de huelga, han movilizado sus cúpulas para poner en marcha el típico procedimiento sindical al que nos tienen acostumbrados desde el principio del conflicto. Me refiero a sentarse frente a la administración; firmar el personal mínimo para el día de huelga y redactar notas de prensa que circulan a través de las redes y medios de comunicación en pugna por un seguimiento pactado de la misma.


¿Donde están sus delegados y liberados sindicales? haciendo acto de presencia y paseándose, ni informando, ni proponiendo, o simplemente ni apareciendo. No sería justo meter en el mismo saco a todos los integrantes de un sindicato, porque en el camino, en estos días de huelga sanitaria, siempre hay personas dedicadas y comprometidas con el sindicalismo de base y más cerca de los trabajadores y sus problemas, de lo que muchos culos calientes, lo estarán.



Uno no puede dejar de sentirse "menospreciado", como si estuviera haciendo el circo para unos pocos. Me explico, es preciso que la movilización ciudadana y las organizaciones representativas actúen de manera conjunta en este conflicto, si o si. Sin embargo no sucede cuando, durante estas semanas la mesa sectorial compuesta por los sindicatos y la administración, sigue con su rutina de reuniones, pactos, cesiones y concesiones, de las cuales solo son conscientes unos pocos; perpetuando de este modo el método oscurantista de siempre. Imaginamos que el SATSE estará desarrollando su macro proyecto enfermero con la Ministra Ana Mato, a la vista de su desanimo ante las iniciativas populares de sus afiliados. Imagino que el resto de sindicatos se miraran unos a los otros viendo como pierden afiliados, se les reducen subvenciones y piensan en las próximas elecciones. No os preocupéis siempre habrá trienios y carreras profesionales que denunciar, siempre habrá cursos que impartir y mesas vacías que llenar.


Lo único que queda claro, es que sigo sin tener claro que hace un sindicato, que no pueda hacer un grupo de personas motivadas, preparadas, informadas y formadas. Por supuesto que la Ley sindical marco un hito para los derechos de los trabajadores, pero como todo en la vida y en el tiempo, requiere una profunda revisión de sus fines y métodos de organización y acción.



Si algo ha demostrado la crisis que estamos viviendo y si aún no ha estallado una guerra en la calle, ha sido por personas, ciudadanos que están tomando el poder de decisión y la actuación pacifica. Ante el desanimo, hastió y porque no decirlo, miseria, sostenemos esta sociedad demostrando que existen otros modos de participación y justicia en la vida social, política y económica de este país.

La asociación madrileña de enfermería (AME), como parte de las acciones reivindicativas en el último día de huelga de la sanidad madrileña el pasado 4 de junio, en contra de la privatización de 6 hospitales y 27 centros de salud de la Comunidad de Madrid; organizó una acción solidaria de recogida de alimentos entre los trabajadores sanitarios y no sanitarios de Madrid, en la cual quisimos agradecer a la ciudadanía todo el apoyo y seguimiento que han demostrado a lo largo de un año de conflicto con la consejería de sanidad de Madrid y que aún prosigue.

Madrid y España en general siempre han estado dispuestos a ofrecer su ayuda solidaria en cualquier parte del mundo. Los recortes y las políticas de la administración han conducido a España al punto de ser uno de los países que ahora precisa la ayuda de otros.

61centros de salud y 16 hospitales de la Comunidad de Madrid, junto con plataformas vecinales, asociaciones y sindicatos se han organizado a partir de nuestra iniciativa para recoger 23 toneladas de alimentos que han sido donamos a bancos de alimentos, a la cruz roja, parroquias, ONGs, Caritas, centros y comedores sociales.

En definitiva debemos tomar conciencia de que hemos sufrido un retroceso en nuestro estado de bienestar y el recorte de derechos fundamentales que suponíamos ganados e inamovibles. Por desgracia, la realidad impone que la ciudadanía en general tenga la necesidad de hacerse oír ante las instituciones que se suponen nos representan y son los principales causantes de las injusticias que nos acontecen. Por medio de estas iniciativas, a la vez que cubrimos nuestras necesidades más básicas demostramos a los legisladores que entre todos SI SE PUEDE.

 

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